Hay muchas maneras de contener a los hijos y hacer de que ellas y ellos se sientan validados. Algunas de estas son:

— Dar un abrazo

— Escuchar sin juzgar

—Preguntarles cómo se sienten

— Preguntarles qué necesitan de nosotros cuando se sienten (tristes/molestos/ansiosos)

— y muchas más…

Sí, el tener una buena relación con tus hijos e hijas es algo sumamente importante que va a ayudarlos a sentirse cómodos y seguros y a desarrollarse de manera saludable. Sin embargo, muchas veces les puede resultar difícil hablar de ciertos temas con una mamá o un papá, sobre todo en la adolescencia.

Las y los psicólogos no son “solo para los locos”. Es importante normalizar el espacio y explicarle a tus hijas e hijos que es un espacio para que puedan procesar sus emociones, tener un espacio de contención, y acompañamiento en momentos difíciles.

No, los procesos terapéuticos tienen un inicio y un fin. El tiempo que cada persona va a terapia va a depender de lo que se trate y el tipo de terapia que se lleve.

No, el o la terapeuta debe mantener confidencialidad con sus pacientes así sean menores de edad. El o la terapeuta debe de romper esta confidencialidad cuando el o la menor está en riesgo o cuando está en una situación que necesita apoyo.

Normalmente, esto se conversa con las madres, padres y cuidadores, así como con las y los adolescentes. Se busca crear un espacio de confianza con las y los adolescentes y por ello el o la terapeuta no cuenta todo lo que se toca en sesión.

Sí, como todas las personas somos diferentes, es normal que no hagamos clic con todas o todos.

Es muy importante preguntarle a tu hija o hijo si se siente cómoda con su psicoterapeuta y si siente confianza. También, dar un tiempo para que se acomode a estas sesiones.